El bueno, el malo y el tío bueno

No hay nada más feo para cualquier enamorado o enamorada, que la llamada friend zone. Todos hemos tenido ese amigo o amiga con intereses en nosotros más allá de la amistad, pero que pese a encontrarnos sin pareja y a su empeño en conquistarnos, el botoncito de “no va a funcionar”  se activa en cada intento suyo. A veces tendríamos que hacerle caso al instinto y entender que cuando lo único que se nos ocurre decir de alguien a quien consideramos pudiera ser nuestra pareja es: “que es tan bueno”, la relación está destinada a fracasar antes de empezar. Y es que todos sabemos entre el bueno, el malo y el tío bueno, a quien vamos a escoger; aunque si el malo está bueno se pone mejor la competencia. 

Mell


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